El cuerpo emocional


Diversas  enviadas desde otras dimensiones

Recién había regresado de cumplir mi encomienda en Chile y como parte de mi proceso de separación de pareja, había sido enviado a vivir al Valle Sagrado de Tepoztlán a una casa entre las montañas que me fue entregada para ayudarme como me habían ofrecido directamente mis guías de otras dimensiones. Aquella oferta había surgido del contacto a través de una médium que de manera extraordinaria y muy sincrónica se comunicó conmigo haciendo referencia a sus nombres y entregándome un mensaje que confirmaba lo que yo mismo había recibido la noche previa de parte de ellos igualmente, entregado durante el sueño. 

Durante esa etapa tendría diversos tipos de encuentros con incontables mujeres quienes me contactaban, generalmente para entregarme mensajes. Una de las más significativas sería sin duda Katharine Drexel.
Varias me buscaron además con la franca intención de ser mis parejas, al menos temporalmente.
   
Una de ellas, a quien me referiré simplemente como GAB (GA, una más de los enviados por el espíritu de Berroa) me escribió diciendo:

- Te has estado haciendo presente en mi vida, incluso te has materializado a mi lado.
Una voz me indicó que te contactara para irme a vivir un tiempo contigo, para apoyarte con el trabajo que estás realizando.

Aquel mensaje de su parte evocó en mi mente las palabras con que inicia Mario (Marie Arnaud), la realizadora del documental sobre Enrique Ugalde hijo de Barbara Guerrero (Pachita, la milagrosa sanadora) y que la llevarían a viajar a México, llamada desde Francia.
"El Hermanito", se le aparece en medio de un sueño y le dice:

-¡Me llamo Hermanito. Ven a verme. Ven conmigo!.


Acordada la fecha para la llegada de GAB a Coyoacán para luego refugiarnos en mi cabaña en Tepoztlán algunos días más adelante, el último mensaje que recibiría de su parte contenía:
Un nombre, un número telefónico e indicaciones de que contactara a fin de hacer una cita antes de su llegada, sin más detalles.


Preparación para el encuentro

Siguiendo las indicaciones aunque sin saber ni preguntar el porqué, llamé al número y de común acuerdo fijamos nuestro encuentro.
El numeró correspondía a una mujer de nombre Mariam, quien viajaba por el país haciendo sanación energética y que solo por los próximos días daría consulta en la Ciudad de México, muy cerca de mi casa de Coyoacán.

La mañana de aquella cita preferí dejar mi auto en el estacionamiento de un centro comercial, al otro lado de una gran avenida, a un par de cuadras de distancia, pues en la zona era difícil encontrar un lugar donde estacionarse.
Tan pronto pisé el suelo para bajarme del auto, cerrar la puerta y caminar hacia mi destino, unas voces empezaron a hablarme claramente explicándome:

- El dolor que sientes es literalmente una herida en tu cuerpo emocional. Algo similar a lo que ocurre en el cuerpo físico cuando existe una herida abierta, o una llaga.
La profunda relación con tu ex pareja formó un tejido sutil de intrincada interconexión entre sus cuerpos emocionales. Ese tejido literalmente se desgarró con la separación.
Algo similar a la herida que deja la cirugía de separación de dos siameses, o como cuando una llaga queda expuesta por que se arranca la costra que se había formado unida a la venda que la cubría, dejando la piel nuevamente expuesta al retirarla.




Todo el camino fui escuchando aquellas insistentes voces que intentaban dar explicación a las muy dolorosas sensaciones que desde hacía tiempo me acompañaban cotidianamente. Pero solo hasta este momento eran así de claras las voces y las reflexiones entregadas ¿Por que?. Tan solo unos pocos minutos después llegarían mis respuestas.


Una extraña cita

Ya en la calle y frente al número correspondiente, me encontré con un edificio. Toqué el timbre del departamento ubicado en uno de los pisos altos y después de un breve intercambio por el intercomunicador, ingresé.
Ya arriba me fue indicado pasar a la sala a esperar pues la terapeuta aun se encontraba con la paciente anterior, tiempo que dediqué a observar por el ventanal la vista de la ciudad, hacia el Sur, desde casi el cruce de Av. Rio Mixcoac con Av. de los Insurgentes.

Pasarían alrededor de unos 10 minutos cuando salió Mariam con la anterior paciente y después de despedirla se presentó conmigo para luego dirigirme por un pasillo hacia una de las habitaciones habilitada temporalmente como consultorio.
Ya dentro ella me dijo -señalando una mesita al lado de la cama-:

- ¡Por favor coloca allí todo lo de metal que lleves contigo. Llaves, monedas, etc., lo mismo tu cinturón y zapatos, y recuéstate!.

Una vez recostado y ambos en total silencio. Sin conocernos de antes, ni haber intercambiado palabra alguna, y sin ninguno de los dos tener antecedente alguno del otro. Ella, quien durante la sesión permaneció siempre de pie, se aproximó a mi lado.
Por alrededor de medio minuto examinó detenidamente mi cuerpo tendido, ambos con los ojos abiertos, para finalmente decirme.

- ¡Traes un enorme agujero en tu cuerpo emocional, te lo voy a cerrar!



En ese momento, para mi, nuestro encuentro tuvo total sentido pero para no interferir de ninguna manera preferí dejarla actuar antes de informarle e influenciarla de forma alguna. Tan solo cerré los ojos a modo de anuencia de  mi parte y guarde total silencio hasta que terminó. 
Después de unos 15 minutos de "pases energéticos" que sentía ella realizaba como retejiendo o envolviendo mis cuerpos, finalmente me dio indicaciones de que había terminado y podía reincorporarme.

Sería hasta ese momento que intentaría narrarle mi experiencia previa a mi llegada con ella sintetizada en la siguiente frase:

- En cuanto descendí de mi auto para llegar contigo empezaron a explicarme lo mismo que tu me dijiste al llegar.

A modo de respuesta ella me dijo:

- ¡Ahora comprendo!. Unos 10 minutos antes de que llegaras físicamente, mientras estaba con la otra paciente, vi como estuvieron moviendo cosas en esta habitación en preparación.  
Tus guías, ya se habían hecho presentes.

Aunque no sabía yo nada de ella (ni ella de mi), dado el nivel de conexión que demostrara aquel nuestro primero y único encuentro, finalizada aquella terapia energética sentimos intercambiar muy significativa información que confirmaría a ambos múltiples vivencias y revelaciones de años atrás.


Una larga convalecencia

Aquella fase de curación inicial contaría con el apoyo de una nada despreciable cantidad de enviadas que seguirían llegando con el paso de los meses hasta la llegada de Stellablu procedente del mediterráneo en el 2012, quien sería mi compañera definitiva, al menos hasta el 2018, año en que esto escribo.
Si embargo era bastante frecuente que en medio de eventos cotidianos, por ejemplo caminando por Coyoacán, algo en mi entrara en realidades alternativas. Muy especialmente por la noche durante el sueño, donde sentía profundas emociones y tenía experiencias de encuentro con mi ex pareja en múltiples contextos francamente subrealistas donde conversaba y convivía con ella, exactamente como en los mejores momentos de cuando fuimos pareja. Episodios de los que regresaba a mi realidad cotidiana sintiéndome muy afectado emocionalmente.
Poco a poco aquellos eventos y el correspondiente recuerdo (vivencia emocional) se fueron espaciando, hasta una noche donde después de algunos meses de descanso de dichas experiencias, me encontré con ella una vez más, pero ahora en un contexto más bien de una segunda despedida.
La primera la habíamos realizado físicamente en las montañas del Valle Sagrado de Tepoztlán, ante la virgen de Guadalupe de "La Puerta" de Amatlán de Quetzalcoatl ubicada en la misma cadena de montañas que años atrás habían sido testigo de nuestra ceremonia de unión (en Huehuecoyotl), una noche por medio de anillos atlantes, previo a nuestro viaje a Egipto. Eventos ambos donde ellos se manifestarían.

Ya antes, durante algunos episodios a veces muy difíciles de nuestra relación como pareja, aquellas voces y visiones igualmente de forma recurrente a modo de analogía hacían referencia a la película "La aventura del Poseidón", y más concretamente a la escena donde dos grupos de personas, tratando de salvarse del hundimiento, optan por dirigirse respectivamente hacia extremos opuestos del barco. Unos hacia la proa que es la que consideran está a flote y otros hacia la popa donde son rescatados, los únicos que logran salvarse.
¿Acaso un simbólico mensaje premonitorio, un antiguo recuerdo o ambas cosas?.



Nuevamente, al poco tiempo después tendría al menos algunas respuestas. A finales del 2017, por medio de una sincronicidad, me fue informado que ella estaba próxima a casarse con la pareja de la zona Maya con la que permanecería desde que fuimos separados. Por mi parte tan solo unos pocos meses después me sería entregada una nueva casa en la zona atlante del valle místico de Tlayacapan, aledaño a Amatlán, con la indicación de mudarme a vivir allí.

Mi nueva casa, a tan solo unos 10 minutos de la cabaña de Jacobo Grinberg (cuya estancia temporal había compartido más de una década atrás con ella), estaba igualmente marcada por un bosque atlante localizado unos pocos kilómetros más adelante y cuya entrega igualmente quedara vinculado justo con el inicio de la relación con mi ex pareja.
Incluso mi nueva casa tiene una vista directa a los extraordinarios cerros custodios de secretos atlantes cuyo primer encuentro igualmente quedaría vinculado a algunos viajes con ella rumbo Amatlán por el camino hacia dicho bosque obre el cual igualmente Grinberg hace mención en su texto donde habla de la custodia del espíritu de México.


Todo ello en la carretera Xochimilco-Oaxtepec mecionada expresamente en el texto titulado "El Prototipo" de Jacobo.


Camino donde tantas vivencias espirituales he tenido, con divers@s mediums y con una profunda y recurrente presencia:
La legendaria Atlántida y los hermanos de las estrellas.

“Razas extraterrestres regresarán a la Tierra. Ellas ocuparán ciudades subterráneas que de ellas fueron, y aún habitadas por sus naturales aclimatados. Bajarán para restablecer costumbres que fueron superiores a las nuestras, hoy desaparecidas. Las manifestarán en forma telepática”Benjamín Solari Parravicini (1959)



“Aparecerán volando las alturas círculos de luces, trayendo seres extraños de otros planetas. Sí, serán los que vinieron a poblar la Tierra se dirá, y se dirá bien. ¡Sí! Los que se llamaron ángeles en el antiguo Testamento, o la voz de Jehová, serán y de nuevo se les verá y se les verá y se les escuchará”. BSP (1938)


Entre los múltiples mensajes provenientes de diversas fuentes que me fueron entregados por el tiempo en que estaba siendo indicado que era necesaria nuestra separación, quizá el mensaje más triste de esta historia truncada de posibilidades (realidades potenciales de 4a dimensión) que quedaron sin la oportunidad de ser compartidas con ella, fue el siguiente. Literalmente me fue dicho a través de una médium enviada:

"Con su nueva pareja ella va a retroceder lo poco que había avanzado contigo, pues él es muy materialista"

Igualmente me fue entregada evidencia de que ella continuaba con sus manejos mágicos. Algunos meses más adelante volvería a recibir igualmente muy claras indicaciones de alejarme de otra relación con una de aquellas enviadas, por su predominante interés en el dinero y en los poderes psíquicos.

Por mi parte yo no soy nadie para juzgar. Tan solo agradezco las múltiples y muy profundas experiencias asociadas a esta y otras dimensiones que pude compartir por años con quien llegué a experimentar estados emocionales que me llevaron a considerarla sin duda como: la mujer de mi vida, mi sacerdotisa atlante, mi amada sirena, mi alma gemela. En esas octavas superiores de realidad aun hoy, muchos años despues de nuestra separación, ocasionalmente tengo significativos encuentros con sus energías pues, en mi corazón, existe un lugar que mantiene un profundo vínculo con ella.

Aunque por otro lado igualmente hombres y mujeres de conocimiento tanto de este como de otros planos me entregaron revelaciones referentes a que más que amor, se trataba de una adicción emocional producto de manipulación. de parte de arcontes a través de ella (portal orgánico, ¿inconsciente quizá? comúnmente abiertos por medio de experiencias de abuso sexual).
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"La succión oral está íntimamente relacionada con la negación verbal por el hecho de que resulta efectiva para absorber energía de quienes están alrededor y llenar así el propio campo de la persona, que usualmente es incapaz de obtener esa energía del entorno natural que le rodea. Dicho de otro modo, la capacidad de la persona resulta inadecuada para metabolizar el suministro de orgones procedente de la atmósfera circundante, lo que la obliga a obtener energía predigerida de otros. Puede detectarse esta forma de succión en la verborrea insustancial y agotadora o en los ojos de «aspiradora» que presentan algunas personas. Son seres a los que les encanta revolotear alrededor de los demás creando una cierta forma de socialización. Hay otros individuos que necesitan descargar un exceso de energía (tipos masoquistas), y que son buenos compañeros de los succionadores orales. Satisfacen mutuamente y bastante bien sus respectivas necesidades. (Véase el capítulo 13)."
Los sistemas de defensa energética (Manos que curan - Barbara Ann Brennan.  Capítulo 12: Los bloques energéticos y los sistemas de defensa en el aura)

Un ángulo que ciertamente no puedo soslayar pues la forma inicial como fui separado energeticamente de ella a través de la manifestación de un ser interdimensional fue, por decir los menos, muy impactante.
Muy significativo igualmente sería el hecho de que poco tiempo después por intermediación de las energías de Katharine y Berroa sería puesto en contacto con una mujer de origen argentino lectora de registros akáshicos quien, en una experiencia muy similar a la que había tenido con Mariam, me confirmaría el propósito concreto de mi anterior relación y como encajaba dentro de un plan que muchos antes me había empezado a ser revelado en otra profunda experiencia.
Asimismo, aquella misma tarde unas sincrónicas voces, las mismas que años atrás me habían dado un profundo mensaje que marcaría de manera muy importante mi estrecha relación con el testigo de Regina, ahora se manifestaría frente al Chalchitepetl, cerro de cumbre piramidal del valle sagrado de Tepoztlán, y me entregaría la clave para reconocer a mi siguiente pareja quien me sería enviada desde otra puerta. Aramu Muro, en el Perú.

Independientemente de todo lo anterior, tanto para mi ex compañera y su nueva pareja como para cada una de mis anteriores parejas, tan solo les deseo lo mejor y