Recapitulación de un encuentro profetizado


Llamado de los guardianes atlantes
Derivado de mi contacto con secretos guardianes del espíritu de México, me había sido indicado partir rumbo a Egipto, tan pronto como me fuera posible. Sería por intermediación del “espíritu” del Dante, uno de los guías de uno de mis guías,  que se me entregaría el contacto con guardianes atlantes, egipcios y mayas para cumplir la encomienda de viajar rumbo a aquellas tierras a finales del 2005.
La posibilidad concreta de realizar aquel viaje se materializaría al ser invitado a una comida a la que asistiría Fernando Malkún, productor colombiano de las series de televisión: “La conexión atlante”, “El ojo de Horus” y “Las siete profecías mayas”, interesado en conocer y conversar con el Lic. Antonio Velasco Piña, autor del libro titulado “Regina: 2 de Octubre no se olvida”  donde en su calidad de testigo de los acontecimientos, narra la vida de la dakini (ser espiritual de naturaleza femenina) encarnada temporalmente, con la misión de despertar a México y al planeta.
Sin embargo, siguiendo mi llamado interno y por decisión propia, retrasaría mi viaje hasta inicios del siguiente año, pues tenía el compromiso de cerrar el ciclo ya iniciado de un año: Tanto de las caminatas mensuales por entre las rutas sagradas de la Ciudad de México (la masculina que va por Paseo de la Reforma hasta el Zócalo, la femenina que va desde la villa de Guadalupe a Tlatelolco y aquella que trasciende la dualidad que va de Tlatelolco al Zócalo y que se recorre tan solo cuando el día 2 de Octubre es Domingo), como las caminatas trimestrales en Teotihuacán, en solsticios y equinoccios, que culminan con ascensiones sagradas hasta la cima de la pirámide del Sol.

Un viaje a México, entre sueños y realidades inter dimensionales
Varios años antes de nuestro primer contacto, Cecilia Navarro, chilena radicada en Santiago e hija del ingeniero Eduardo Navarro Cox, viajaba rumbo a la Ciudad de México donde asistiría a un congreso de Biomagnetismo, técnica terapéutica desarrollada por el Dr. Isaac Goiz Durán. Justo antes de su salida, en el aeropuerto, una mujer se acercaría a ella momentáneamente y de manera misteriosa, sin más explicación, le entregaría el siguiente mensaje: “2 de Octubre no se olvida”.
Aquel no sería el único enigma que llevaría consigo en su viaje. La noche previa, a Cecilia igualmente le había sido entregado otro mensaje por medio de una experiencia trascendente asociada a un ser de otra dimensión mismo que, aunque había intentado recordarlo, olvidaría totalmente. Entre los encuentros que se darían durante su estancia en México, conocería a la Dra. Esther del Rio Serrano, química creadora del “Agua Cristal”, con quien encontraría inmediata afinidad y quien la invitaría a conocer su hacienda, ubicada fuera de la ciudad.
Denver Isaac Goiz - Esther del Ró
El Dr. Goiz y la La Dra. del Rio
Esther del Rio y Cecilia Navarro Biomagnetismo Congreso 2008
Cecilia y la Dra. del Rio
Días después, al momento de llegar a la antes mencionada propiedad, Cecilia tuvo uno de sus ya conocidos episodios de ingreso a otras dimensiones. Experiencias que, aunque le eran familiares, igualmente le eran un tanto desconcertantes y prefería mantenerlas más bien para si misma. Durante aquella experiencia Cecilia tendría una trascendental visión.
Ya dentro de la casa, entre la charla, los anfitriones harían mención del nombre de la propiedad. Solo al momento de escucharlo Cecilia se haría consciente de la experiencia ocurrida aquella noche previa a su salida de Santiago, recordando al extraño ser luminoso que se la había manifestado por la madrugada diciéndole “Tienes que conocer la María Forestieri”, justo el nombre de aquella hacienda.
Pocas horas después, en medio de la cena preparada para los visitantes, Cecilia pondría su atención en el evento descrito a continuación, mismo que perfectamente podría pasar desapercibido para cualquiera: El timbre del teléfono sonaba y, al contestar, dentro de la conversación una voz del otro lado de la línea hacía referencia a Fernando Malkún, quien dirigiéndose a la Dra. del Rio decía -¡Pablo Sotelo no va a Egipto en este viaje!-. De manera extraordinaria Cecilia recordaría perfectamente un nombre y una conversación que no tendría ningún sentido para ella sino hasta varios años después, en el futuro. Un complejo evento asociado a “un salto en las líneas del tiempo”, como algunos otros muy significativos que yo mismo he vivido muchas veces. 
Solo hasta su regreso a Santiago llegaría a sus manos el libro “Regina: 2 de Octubre no se olvida” y empezaría a comprender, en parte, algunas de sus múltiples vivencias asociadas a su recorrido por el país de las águilas.
“… guardianes de otros tiempos a su lado vendrán …” (Fragmento de una antigua profecía tibetana asociada a Regina)

Un viejo re encuentro profetizado
Sería hasta el 2010 que Cecilia me contactaría por vez primera sin yo tener antes antecedente alguno de ella o de su vida, igualmente de su parte, al menos conscientemente. El encuentro con mis relatos donde entre otras muchas cosas hago referencia a:  Mi encuentro con Regina, asociado igualmente a un viaje a un congreso fuera de mi país, así como otras múltiples experiencias extraordinarias, entre ellas de traslado a otras dimensiones por medio de portales, le entregaría nuevas respuestas, muchos años después, a sus vivencias durante aquel viaje a México. Como me ocurre comúnmente, intercambiaríamos primero por vía escrita a través de correo electrónico y poco tiempo después de viva voz por medio de Skype. Ella poco a poco me iría compartiendo su historia aquí resumida e igualmente iniciaría una amistad y un intercambio que meses después me llevaría a territorio chileno, a finales de ese mismo año. Aquel viaje me ayudaría a comprender en una mayor medida, por medio de diversas experiencias multidimensionales, los eventos de mi infancia en el México del 68 cuando yo tenía apenas 6 años, igualmente me permitiría comprender algo de mi adolescencia vinculado a las expresiones socio-culturales surgidas de los eventos de Santiago en el 73. Para ella el encuentro con México y con Regina, tenía igualmente resonancias de los sucesos de su patria, tanto en lo relativo al Golpe de Estado cuando ella tenía 5 años, como 13 años después en 1986, vinculados a la detención de su padre por parte del régimen. Duras experiencias que los marcarían, tanto a él como a su familia, de por vida. Eventos que incontables hermanos chilenos aun intentan superar, totalmente.
Yo pisaré las calles nuevamente, de lo que fue Santiago ensangrentada y en una hermosa plaza liberada, me detendré a llorar por los ausentes ... evocaré en un cerro de Santiago a mis hermanos que murieron antes ... ese canto será el canto del suelo a una vida segada en La MonedaPablo Milanés
Cerro de Santa Lucia Santiago
Cerro fundacional Santa Lucía (Huelén), el “Chapultepec” de Santiago
Otra sincronicidad entre nosotros, significativa aunque más bien anecdótica, era el hecho de que algunos meses después de mi regreso de Egipto fui invitado, junto con Mónica H. mi entonces pareja quien me había acompañado en el recorrido por aquellas lejanas tierras, a una cena organizada por Fernando Malkún y Josefina Murillo su compañera, a la que también asistieron personas de México que habían viajado con ellos anteriormente. En aquella cena los organizadores me indicaron, quizá por mi deformación profesional científica como físico por aquel entonces ya bastante lejana,  sentarme al lado de la Dra. Esther del Rio con quien, a mi lado izquierdo, intercambié alguna conversación al igual que con algunos de los invitados cercanos frente a mi, pero sin que se diera alguna especial conexión con ninguno de ellos. Ella si había viajado a Egipto el año que yo cancelé, razón por la cual no nos habíamos conocido, hasta ese momento.
Uno de los eventos más trascendentes sin duda fue el hecho de que, muchos meses antes del primer encuentro entre Cecilia y yo, ella había recibido una revelación por medio de una mujer que le había dicho que ella se reencontraría con un hombre con quien tenía vínculos antiguos asociados al linaje de Mahavatar Babaji, uno de los grandes yoguis y maestro auto realizado. Igualmente le fue revelado el propósito de dicho encuentro. No era muy difícil comprender que de alguna forma aquella profecía nos relacionaba a ella y a mí, sin embargo tomaría mucho más tiempo llegar a comprender como la misma tenía total correspondencia con la misión de Regina.

Presencias de otras dimensiones
Durante aquellas conversaciones con Cecilia por medio de Skype, ella en La Florida en Santiago y yo en Coyoacán en la Ciudad de México, más de una vez ocurrieron fenómenos “espirituales” (interdimensionales). El primero de ellos una tarde cuando, después de  varias sesiones de intercambio, repentinamente en medio de una extraña y momentánea sacudida corporal, una voz ajena a “la de ella” se dirigió a mi entregándome un muy breve pero significativo mensaje, evento que me evocó algunas otras experiencias similares de mi pasado. En vez de guardarla tan solo para mi como acostumbraba ya al final de la relación con mi anterior pareja, sentí indagar sobre su consciencia al respecto de aquella peculiar experiencia. Interrogándola directamente al respecto, me fue claro que alguna consciencia del evento si tenía, más bien de la sacudida y de la voz, más no del mensaje. Algo similar a lo ocurrido en el 2008 con un ser vinculado a mi pasado milenios atrás quien, a través de una médium, me había mandado llamar para entregarme muy profundas, complejas y detalladas revelaciones para el presente.
Cecilia me tendría la confianza suficiente para confesarme, como antes algunas otras enviadas, que aquellos episodios le ocurrían eventualmente refiriéndose a ellas a manera de broma como “cecilitas”, nombre con el que las identificaban los familiares o conocidos quienes las habían presenciado ocasionalmente. Más adelante ella me informaría que su hijo adolescente de nombre Inti, presentaba ocasionales “cuadros de epilepsia” controlados medicamente, pero más allá de la perspectiva materialista, existe una explicación “espiritual” (interdimensional) para dichos fenómenos que, al menos para mi, es más real y cercana. La verdadera psicología, el conocimiento del alma.
En otra ocasión, días después, mientras conversaba con ella a través de la computadora igualmente. Como impulsada por una repentina y físicamente inexplicable ráfaga de viento, una revista que había traído de mi cotidiana caminata por entre el cercano bosque de “Los Viveros” y el pintoresco centro de Coyoacán titulada “El buscador” dedicada a temáticas esotéricas, lentamente empezó a abrirse como siendo ojeada por una invisible mano y, tomando después más velocidad, literalmente voló de sobre la mesa del comedor donde la había colocado cerrada cayendo al piso con sus páginas abiertas. En ese instante, como otras veces antes, recibí la indicación mental de observar la información que aparecía en las páginas. Por esa vía se me entregaría el contacto con la Academia Internacional de la Consciencia (IAC, por sus siglas en inglés) de la cual recibiría muy trascendente información y experiencias asociadas a las realidades multidimensionales. Esta nueva experiencia tenía una total correspondencia con aquella donde, varios años atrás, otra invisible presencia había entregado claves de la codificación espiritual-cósmica asociada a Teotihuacán.  Asimismo era análoga a aquella otra experiencia previa que me había llevado al encuentro con el bosque-portal que forma parte de la gran cruz del centro sagrado de México. Lugar asociado de alguna manera con aquella visión que tuviera Cecilia a su llegada a la hacienda.
El último evento de este tipo, por cierto muy significativo, ocurrió algunas semanas antes de mi partida rumbo a Chile, igualmente durante una de aquellas tardes de nuestras pláticas. En medio de la conversación una “vaporosa” y casi invisible figura de apariencia humanoide se hizo presente en la estancia del departamento, donde me encontraba. La primera sensación fue indagar mentalmente si aquella presencia era amenazadora, recibiendo la respuesta de que no. Hecho que además fue confirmado cuando pude observar los movimientos de los dos gatitos que de manera extraordinaria me acompañaban temporalmente: “Toña”, una hembra de pelaje color negro y “Kimba” un macho de pelaje color miel, de mi ex pareja, que acepté tener conmigo durante algunos meses. En sincronía con la difusa y semitransparente silueta que yo percibía se deslizaba suavemente por la estancia, se iban moviendo las cabecitas de mis acompañantes, mismos que se mantenían echados a mi lado, totalmente tranquilos sin mostrar la menor señal de peligro. Tan solo sus lentos movimientos evidenciaban el hecho de que estaban, al igual que yo, totalmente atentos a aquella sutil presencia de otras dimensiones. Algunos segundos después me fue solicitado mentalmente por la entidad, el permiso para acercarse e interactuar energéticamente conmigo. Una vez concedido el mismo por mi parte, me fue indicado que me relajara y sentí claramente como introducía su mano en mi cuerpo energético para posteriormente arrancar un como “cordón” a nivel de mi segundo chakra (el centro energético sexual). Una testigo adicional de todo lo anterior, además de mis dos felinos guardianes sería Cecilia desde Santiago, quien igualmente presenciaría a distancia aquel evento “quirúrgico” interdimensional (“cirugía” sobre el cuerpo energético sutil), que de alguna manera evocaría en mente aquellas sanaciones realizadas por “Pachita”, narradas por Jacobo Grinberg, en sus textos sobre los chamanes de México.
Matrix - sanación energética
Alrededor de un par de semanas después de aquella experiencia con el ser sutil, me encontraría momentáneamente con mi ex pareja, a quien aun veía pero ya solo muy ocasionalmente. Ella, de manera muy extraordinaria por aquel entonces, sentiría compartirme espontáneamente que, algunos días atrás, había sufrido un desmayo, producto de un extraño sangrado en el aparato reproductor. Yo por mi parte, dado su nivel de conciencia que además me había sido anticipado disminuiría con la nueva pareja que llegaría a su vida, como tantas otras veces desde meses atrás, tan solo guardé silencio mientras confirmaba, por los detalles que ella me narraba, que mi experiencia y la suya ocurrieron en el mismo día y muy probablemente en el mismo instante. Una revelación que posteriormente me sería entregada, era el hecho de que los denominados arcontes conocidos como “Cruzados de Orión” manipulaban el despertar de la consciencia de mi ex pareja a través de la conocida técnica de implante utilizada por “ellos” por medio de reiteradas experiencias de abuso sexual experimentadas por ella desde hacía muchos años atrás, y por su conducto igualmente lo habían intentado frecuentemente conmigo, durante años. Energías presentes desde el inicio de nuestra relación como pareja, misma que marcaría el encuentro con el bosque-portal, al igual que en medio de otras muchas experiencias trascendentes vinculadas a Regina, dada la potencialidad existente entre nosotros como pareja con profundos lazos del pasado atlante. Antiguo vínculo que nos llevaría a vivir infinidad de experiencias extraordinarias en dimensiones alternativas espacio-temporales por entre las montañas de El Valle Sagrado de Tepoztlán, custodio de los templos atlantes de la cuarta humanidad, muchas de ellas plasmadas en mis relatos aunque igualmente muy inconscientes para ella.
Tiempo después, vinculado a lo que sería su nueva vida en tierras mayas y sin buscarlo, yo recibiría nuevas revelaciones por diversas vías. Entre otras sobre un fuerte golpe en la cabeza (descalabro) que le ocurriría, y posteriormente algunas otras más, pero ya desde hacía muchos meses atrás no teníamos ni la energía ni el interés, ella para escuchar y yo para recibir sus cada vez más intransigentes y ya para entonces hasta violentas negativas al respecto de mis muy frecuentes revelaciones directas o bien entregadas por medio de tercer@s, o experiencias espontaneas de percepción de otras realidades, lo cual me había distanciando mucho tiempo atrás a compartirlas con ella, circunstancia que eventualmente terminaría separándonos como pareja, definitivamente. Incluso antes de nuestra inicial separación que nos llevara a dejar de vivir juntos, muy intensos episodios como una muy fuerte mordedura a su dueña de parte de la siempre mansa gatita “Toña” en medio de sensaciones de presencia de una muy densa energía opresiva en el ambiente, así como destructivas respuestas del agua (elemento dominante de su carta astrológica, Stellium en Piscis) y del aire (elemento dominante de mi carta astrológica, Stellium en Acuario), y algunos otros eventos más igualmente destructivos, confirmaban los mensajes directos que me eran enviados al respecto de la necesidad de finalizar nuestra relación, mismos que ella por su parte igualmente recibía de alguna manera, seguramente. Una separación, dolorosa para ambos pero finalmente inevitable.
La nueva encomienda, que nos había sido anticipado podría vincularnos tan solo de forma temporal como de hecho ocurrió, se realizaría ahora con Cecilia en Santiago e Isla de Pascua, como años atrás con Mónica en Teotihuacán y Egipto. Meses después me serían enviadas nuevas intermediarias (médiums) con diferentes capacidades de acceso multidimensional. Todas ellas enfocadas en el mismo trabajo, aunque con diferentes niveles de consciencia. Las más inconscientes fueron siempre aquellas volcadas más a los intereses materiales por sobre de lo espiritual, pero de todas ellas tuve muy valiosa ayuda, hasta la llegada de Stellablu, mi actual compañera enviada igualmente, desde el Mediterráneo. Otro encuentro profetizado que, al igual que el llamado y encuentro de años atrás con tod@s l@s antes enviad@s, converge en la misma encomienda vinculada a el espíritu de ME XHIC CO y el despertar planetario.
Rpa Nui Ahu Akivi Orión
Mi cita ahora con las montañas, ahus y moais de Rapa Nui, tenía ecos de aquel encuentro que había tenido, muchos años atrás, con Leticia Gallegos Marín (Uxyutl), autora de los libros “Santuario del Rey: Una puerta al mundo intraterreno”, donde hace mención de su amigo y guía Hortom de Morlen (Ganimedes) y otro titulado "Rapa Nui, Isla de Pascua experiencia de una vida", en el cual comparte su llamado a la isla. Ahora para mi igualmente el llamado se daba en medio de profundos contactos con mis propios guías, entre ellos Adaesuz, de Andrómeda.
.:.