Lecciones de anatomía sutil

 
El cuerpo físico
La falacia del movimiento muscular (prodigios de antigravedad por medio de la voluntad)

 

¡Como no pueden verlo!. Fui despertado por la voz de Leonardo de madrugada. Su voz se escuchaba un tanto apesadumbrada y a la vez compasiva por nuestra ceguera. Sus palabras me invitaban a cuestionármelo igualmente.
¿Que? – Le pregunté adormilado y aun con los ojos cerrados a Da Vinci.
Sus cuerpos físicos. No se mueven por medio de los músculos. Sus esqueletos, tendones y músculos son tan solo una estructura flexible que le proporciona integridad, pero en ninguna parte de ellos radica la movilidad, ni la vida. Esta viene de sus cuerpos sutiles o energéticos. Cuando ese cuerpo sutil se libera de su prisión material, el cuerpo físico denso, solo queda una marioneta inerte abandonada por su titiritero. Un cuerpo que inanimado, literalmente “sin alma”, le llaman muerto.
Una parte de lo que me decía Leonardo me hacía sentido, pero no lograba comprenderlo del todo.
¿Y tienes que despertarme para decirme eso? –pregunté-.
¡Si! –respondió Leonardo- es justo en el momento en que tu cuerpo astral se reintroduciría en tu cuerpo físico para empezar a despertar de tu sueño, que estarías más sensible y consciente para comprender mis palabras. Ustedes no se dan cuenta que cuando “despiertan” se duermen y cuando se “duermen” despiertan a las realidades de los mundos trascendentes. Están tan adormecidos que creen que sueñan, y regresan a su vida ilusoria.
¡Mírate a ti mismo con tu visión interna! –me dijo Da Vinci-, e inmediatamente aparecieron unas imágenes que me recordaron aquellas del libro “Espejos sagrados” de Alex Grey que conocía de tiempo atrás.
Efectivamente, un gran pintor y todo un maestro tanto de anatomía, como de anatomía sutil –dijo Leonardo-.
El trabajo de este hombre es la extensión de mi búsqueda plasmado en forma magistral, pero en niveles que durante mi vida, por el nivel de consciencia colectivo de mi época, no me fue posible alcanzar.
Pero entonces. Si como afirmas, el movimiento corporal no ocurre como dice la ciencia médica actual. ¿Como ocurre?. –pregunté-.
Es un acto de conciencia y voluntad, exactamente como nos movemos nosotros los moradores de los planos etéricos pero invisibles al estar liberados del peso del cuerpo físico, formado de la materia densa de la tierra.
Te voy a compartir un ejemplo que me ha parecido fascinante por lo claro y sobre el cual mucho he reflexionado –continuo Leonardo-. Observa la llamada 'Melibe leonina'. Pertenece al suborden de los moluscos nudibranquios, los llamados moluscos sin concha. Observa como se alimenta. ¿Donde están sus músculos?. Ese ser es casi etérico, como nosotros.  Semitransparente, casi energía pura. A muchos de esos seres marinos se les atribuye una toxicidad asociada a moléculas, pues ustedes hipnotizados solo piensan en bolitas de materia. Átomos y sus combinaciones -rio Leonardo-.
La vida es mucho más que eso, mucho más que ladrillos o como dicen ustedes bloques de LEGO.
Ese ser como otros pueden transmitir la energía de su cuerpo sutil a otros, que considere sus enemigos y que atenten contra su integridad para protegerse, pero no es mera bioquímica que es el paradigma de pensamiento reduccionista que predomina en ustedes producto del alejamiento de su consciencia de la visión superior, holística e integradora. Por eso necesitan tantos galenos especialistas, tantos polvos y remedios, se inventan enfermedades cada vez más complejas y más difíciles de curar. Por esa ceguera de no conocer su ser verdadero es que nunca se curan.
Es la energía y la consciencia la que crea la manifestación material. Hay materia y materia viva y son don cosas de naturaleza totalmente distinta. La materia viva, es decir impregnada de consciencia y energía vital se mueve y se regenera, la materia muerta, más temprano o más tarde, se desintegra.