El más grande “chaman”

Introducción
El presente texto surge de profundas reflexiones de muchos años resultado de igualmente muchos años de búsqueda por entre múltiples caminos de ampliación de la consciencia y/o vinculados a los mundos espirituales.
En varias ocasiones, por mis escritos, he sido contactado por personas de muy lejanos países en su búsqueda de “chamanes” (shamanes) de México y caminos espirituales. Recientemente, a raíz de uno de esos contactos, finalmente sentí poner en palabras escritas aquellas íntimas reflexiones, hasta aquel momento nunca exteriorizadas.
 
¿Que es un “chaman” (shaman)?
Primeramente deberé empezar haciendo algunas precisiones, de tal suerte que el lector pueda comprender lo que busco expresar.
En el presente texto se hace referencia a chaman (o shaman, según se prefiera fonetizar en castellano una palabra de origen tibetano), como mujer u hombre de conocimiento es decir, seres humanos que resguardan conocimientos asociados a milenarias tradiciones y vinculados con los planos espirituales. Conocimientos de otros tiempos y niveles de consciencia, casi olvidados debido al prevaleciente materialismo en el que se encuentra la mayor parte de la humanidad en esta etapa de cambio de ciclo hacia el re despertar.
Los conocimientos de estas mujeres y hombres de conocimiento pueden tener manifestaciones tan concretas como la custodia de una tradición energética para la siembra del maíz, por ejemplo, vinculado a ciclos cósmicos y que da por tanto resultados concretos en la cosecha. O bien la confección de un atuendo ritual que al ser elaborado bajos ciertos requisitos como el ayuno y el canto durante un periodo determinando de tiempo, aporta excepcionales capacidades energéticas a quien lo porta. Algo análogo puede ocurrir por ejemplo en la metalurgia, aportando capacidades inconcebibles para la perspectiva meramente racional positivista materialista. Otro ejemplo puede ser el uso de plantas para la curación o bien ciertos pases “mágicos” (energéticos) que retiran los bloqueos de los cuerpos sutiles, que producen lo que llamamos enfermedad. Curando la causa profunda y verdadera y no solo adormeciendo con “drogas” (drugs) químicas la sensibilidad (conciencia) sin tocar el origen profundo y trascendente que transforma la causa última, la Consciencia del Ser.
 
Chamanismo planetario
Desde la anterior perspectiva entonces es claro que existe “chamanismo” en todo el planeta. No solo en el Tíbet o en América. Por ejemplo los guardianes templarios custodios de las rutas iniciáticas del camino de Santiago al norte de España, son mujeres y hombres de conocimiento, custodios de una profunda herencia espiritual para la humanidad. Más de un europeo ha venido a América y algunos me han contactado antes de hacerlo buscando un conocimiento que de alguna forma ya existe en su propia tierra. En España en Cataluña por ejemplo, existe una profunda herencia espiritual de diversos tipos custodiada. Entre ellas la tradición cátara. El propio Gaudí, para ser capaz de materializar sus creaciones fue nutrido de profundos conocimientos legados de un muy remoto pasado. Lo anterior nos lleva igualmente al conocimiento custodiado en Francia, quien junto con España son los principales países custodios de las grandes catedrales. Compendio del conocimiento espiritual de la humanidad. Igualmente el antiguo arte-ciencia de la alquimia es asunto de hombres de conocimiento, en busca de la gran obra de auto transformación.
En esta línea entonces podemos llegar a los más remotos lugares y culturas del planeta, depositarias de tradición milenaria. Los celtas, las tradiciones de oriente y oriente medio, África, Australia, etc., etc.. En todos eso lugares existen incontables mujeres y hombres de conocimiento, aunque en cada lugar y tradición con múltiples niveles de conciencia y por lo mismo de diverso alcance en su sabiduría y “poder” (capacidades). Tema que será tocado al final de este texto.
 
Por que entonces es común llamarles “chamanes”
Para responder esa pregunta es necesario primero hacer referencia de que según esas mismas mujeres y hombres de conocimiento, existe un ciclo de dos mil años de duración aproximadamente, donde se alterna la recepción de las energías cósmicas en el planeta. Durante dos mil años dichas energías son captadas por las altas montañas de los Himalayas (centro energético de la zona India-Tibet-China). Igualmente por dos mil años esas energías son captadas por la cadena montañosa de América en general. Desde el Sur en Canadá y los Estados Unidos, hasta el altiplano andino al Sur. Cuando esas energías son captadas en la cordillera correspondiente, la conciencia espiritual se eleva en ese continente mientras que  se adormece donde las misma dejan de ser captadas. En este momento de la historia planetaria, las energías de la zona energética (chakra) India-Tíbet empezaron su sueño a mitad del siglo XX, mientras que las de América recién están despertando. Por lo mismo las mujeres y hombres de conocimiento de aquella zona, los chamanes (shamanes) han venido entregando sus profundos conocimientos custodiados durante milenios a los que en América serán nuevos guardianes y difusores en el presente ciclo planetario. Ya sea por que de aquellas lejanas tierras han venido a este continente a entregar sus conocimientos, o bien por que mujeres y hombres sienten el llamado de los Himalayas y van a esas regiones para encontrarse con sus correspondientes maestras y maestros quienes les hacen entrega del conocimiento que deben custodiar durante la actual fase del ciclo para evitar la pérdida del mismo y que a su vez deberá ser retransmitido a fin de re entregarlo dentro de dos mil años. Así, el Tíbet fue despertado dos mil años atrás por sacerdotes Mayas, y en reciprocidad a finales del siglo XX, el XIV Dalai Lama realizó una ceremonia de reactivación de la pirámide del Sol en Teotihuacán.
La alternancia antes mencionada puede observarse igualmente a escala humana, en nuestro propio cuerpo en los dos canales asociados a la respiración consciente y trascendente, la captación de prana, uno de los nombres con que se conoce la energía vital. Dichos canales asociados con las fosas izquierda y derecha de la nariz igualmente se alternan en el tiempo, como ocurre con nuestro planeta que es un organismo vivo y consciente. Son las proporciones relativas entre las dimensiones de nuestra escala humana y la del planeta las que hacen que los tiempos (el periodo o frecuencia) sean distintos. En nuestro caso minutos, para el planeta milenios.
Dada la anteriormente mencionada alternancia de captación energética, la milenaria ceremonia de la Kumbhamela asociada a las mismas y que durante dos mil años se ha venido celebrando en la India. Aunque por tradición se continúe realizando en aquellas tierras, energéticamente desde la segunda mitad del siglo XX realmente les corresponde realizarla a los pobladores de las montañas de América. La misma ceremonia en el fondo aunque con diferente nombre y formas externas.
A esos “hombres” de conocimiento en México, por ejemplo, se les denomina en lengua Nahuatl tlamatinime, literalmente sabios o mujeres u hombres de conocimiento, según el correspondiente género. Igualmente existe una denominación específica en cada lengua tradicional de América. En Quechua, en Aymara, en Mapuche, etc., etc..
 
Los cuatro enemigos del “chaman”
Entendiendo la palabra tolteca como iniciado de cualquier tiempo en busca de un camino de expansión de conciencia y no como grupo extinto del pasado de México. Existe un milenario modelo derivado de la toltequidad (toltecayotl) conocido como los cuatro enemigos del hombre de conocimiento, los cuales paso a enumerar a continuación:
1) El Miedo: Es claro que no importa de que área del conocimiento hablemos. Incluso la más común y mundana como andar en patines o en bicicleta. Si no superamos nuestros miedos internos ni siquiera intentaremos aprender. Lo mismo aplica para conocimientos profundos y trascendentes como aquellos asociados a nuestro yo interno y los secretos asociados a nuestra propia consciencia. El miedo a vernos a nosotros mismos puede paralizarnos y evitar que reflexionemos para auto conocernos. Requisito fundamental para el verdadero despertar espiritual.
2) La Claridad: Cuantas veces hemos caído en el error nosotros mismos o lo hemos visto en otros de tener un accidente en cualquier área por ejemplo por confiarnos creyendo que ya dominábamos alguna acción. Por ejemplo al empezar a caminar en la infancia. Todos aprendimos cayendo. Igualmente a lo largo de nuestras vidas cuantas veces hemos tenido que admitir que nos habíamos equivocado creyendo que entendíamos algo cuando realmente aun no. La claridad parece un estado en que un poco se conoce o se empieza a conocer sobre algo, pero ni siquiera se es consiente aun de cuanto falta por conocer. Esa etapa puede observarse por ejemplo en todo aprendiz que lleva tiempo bajo la guía de una maestro, pero aun sigue bajo su guía o tutela. Cuantos errores puede cometer quien creyendo que sabe actúa, y más aún. Quien ya cree que lo sabe todo, no continua en la búsqueda de un conocimiento más profundo.  
3) El Poder: El caso del poder es uno de los más delicados desde mi punto de vista. Cuando una mujer u hombre de conocimiento llega a este estadio adquiere un profundo compromiso, primero consigo mismo y de allí para con los demás. Esa persona ya posee un conocimiento verdaderamente profundo del tema y puede usar su poder, pero si aun no ha alcanzado suficiente autoconocimiento utilizará ese poder para intentar servirse del mismo justificado en el pretexto de servir, disfrazando por medio de ello sus necesidades de ser visto (fama), o sus afanes de lucro. El camino más profundo de toda mujer u hombre de conocimiento es el autoconocimiento. La máxima de los misterios de todos los tiempos el “conócete a ti mismo” que abre las puertas más trascendentes. Solo esa búsqueda permite el más profundo despertar pues “quien mira fuera duerme, quien mira dentro despierta”. Es más fácil buscar y encontrar “chamanes” de poder, que limpian daños, o hacen prodigios, pues son más vistosos y nuestros egos se sienten atraídos por lo denominado “mágico”. Pero todo ello puede tan solo servir de enemigo del verdadero conocimiento, el auto conocimiento que de no buscarse con honestidad tan solo puede atrapar al “chaman” y a los que lo buscan.
En lo personal considero más poderoso al “chaman” humilde que trabaja desde el corazón y solo para el bien de EL TODO,  y que se sabe al servicio de una consciencia Superior que opera a través de él, que aquel que creyéndose poderoso usa más bien sus energías personales contra una supuestas fuerzas malignas que quizá se esté inventado el mismo, o que hace prodigios como parte de su espectáculo egóico (show business).
4 ) La muerte: Al respecto de este punto hay tanto que decir y al mismo tiempo tan poco. Tomaré la salida fácil y dejo el siguiente enlace para quienes quieran explorar algo más sobre la no muerte.
¿Cuantos “chamanes” han existido de los que se conozca su capacidad de resucitar muertos o bien que ellos mismos la hayan trascendido de manera voluntaria y consciente?. Dejo al lector la respuesta igualmente.
 
¿El más grande “chaman”?
La búsqueda espiritual a la que hice referencia inicialmente, eventualmente me llevó al encuentro con el texto titulado “Un curso de milagros”. Un texto entregado a la humanidad por canalización a través de una mujer vinculada con el pensamiento científico académico y de ninguna manera interesada en temas espirituales. Sin embargo el personaje principal de dicho texto es Jesucristo quien por medio de ella entrega su palabra renovada para este tiempo. El texto hace referencia a múltiples temas de gran trascendencia, incluida la reencarnación. Los milagros, tema fundamental en el texto. Como se originan los mismos así como su propósito y alcance. La trascendencia del espacio-tiempo y muchos otros temas más. Dicho texto apenas lo he estudiado durante una década, muy poco para comprender y sobre todo para aplicar todo su profundo conocimiento que ha sido traducido ya diversos idiomas. Texto que es estudiado por infinidad de grupos en todo el planeta. 
Así pues dado todo lo anteriormente expuesto, en lo personal considero que Jesucristo es uno de los más grandes (para muchos el más grande) hombres de conocimiento de todos los tiempos. Del cual se dice fue capaz de resucitar muertos y sobre todo el mismo resucitó convirtiéndose en un camino de vida verdadera, “más allá de la muerte”.  
Cuando hago referencia a Jesucristo incluyo igualmente a todos aquellos seres masculinos y femeninos de todos los tiempos, lugares y tradiciones que han intentado seguir el más trascendente camino de la mujer o del hombre de conocimiento. Aquel que lleva a el reino de los cielos, al retorno hacia la Suprema consciencia, hacia el principio creador Universal más allá del mundo y sus ilusiones.
Igualmente al hacer referencia a mi búsqueda personal producto de mi propia experiencia, de ninguna manera pretendo menospreciar a ningún buscador en el camino de la mujer u hombre de conocimiento. Existe un principio que dice que no podemos encontrarnos con ningún maestro que no esté en nuestro mismo nivel de conciencia. Así que cada encuentro nos sirve de espejo para nuestra propia expansión de consciencia y avance en el camino de la mujer o el hombre de conocimiento. Por ello, según nuestro propio nivel de autoconocimiento (conciencia), ante un determinado evento o persona podemos sentirnos frente a las fuerzas del mal o ante la presencia del hijo de  Dios, nuestro propio reflejo. Ambas percepciones son verdaderas y correctas, dependiendo del nivel personal de consciencia.
La anterior perspectiva es apenas mi muy humilde opinión y producto de mi muy limitado nivel de conciencia. Mucho más importante y significativo es el testimonio de incontables mujeres y hombres de conocimiento reconocidos en sus comunidades o en sus tradiciones. De varios de ellos he escuchado hacer mención de su gran respeto y reconocimiento hacia la figura de Jesús, el Cristo, a quien en su elevado y profundo misticismo invocan y reconocen como una de las guías hacia la Suprema protección de la consciencia creadora Madre-Padre.
Un muy significativo ejemplo de lo anterior, sería el siguiente evento: Algunos años atrás me fue permitido atestiguar una milagrosa manifestación de Katharine Drexel, la segunda mujer canonizada como santa católica norteamericana quien, después de más de cinco décadas de haber dejado su cuerpo, se personificó en esta dimensión. Derivado de las muy profundas revelaciones que me fueron entregadas por aquella presencia de un muy elevado nivel de consciencia, me fue posible empezar a comprender con mi muy limitada consciencia (de)formada por la ciencia materialista, como las profundas verdades y trascendente misión para con la humanidad de seres como Jesucristo, podían al menos empezar a ser comprendidas con nuestros igualmente muy limitados y racionales conceptos contemporáneos de física hiperdimensional avanzada: Cristo, por intermediación del Espíritu Santo, sirve como portal hacia la realidad de El Padre. Ese es el secreto de la Santísima Trinidad.
46. El Espíritu Santo es el medio de comunicación más elevado. Los milagros no entrañan ese tipo de comunicación, debido a que son medios temporales de comunicación. Cuando retornes a la forma original de comunicación con Dios por revelación directa, los milagros dejarán de ser necesarios.  Principios de los milagros (Un curso de milagros)
Cierro las anteriores reflexiones al respecto de "los chamanes" y sus niveles de consciencia con el siguiente párrafo:
... cada individuo tiene un sinnúmero de capacidades de las que no es consciente. A medida que su consciencia se expanda, es posible que desarrolle capacidades que le parezcan muy sorprendentes. No obstante, nada que él pueda hacer puede compararse en lo más mínimo con la gloriosa sorpresa de recordar Quien esSi deja que todo su aprendizaje y todos sus esfuerzos se dirijan hacia esa gran sorpresa final, no querrá que las pequeñas sorpresas que se puedan presentar en el camino lo retrasen”  ¿Son deseables los poderes Psiquicos?: Manual para el maestro; “Un Curso de Milagros"