- ¡Estuve muerto pero me dijeron que aún no era mi tiempo. Me dieron indicaciones de cómo encontrarte. Me dijeron que regresara y te contactara. Que tu me ibas a ayudar para hacer un trabajo pendiente!.
La frase anterior sintetiza el primer contacto que recibiría algunos años atrás de parte de un hombre que hasta días más adelante conocería.
Una llamada en el Transcomunicador
Ya antes había recibido mensajes similares, vinculados a personas que habían dejado este plano, así que aunque extraordinario, me era a la vez familiar. Incluso, alrededor de dos décadas atrás, mi propia vida había sido salvada milagrosamente durante un viaje a Cuba.
Aquel significativo mensaje además llegaba de manera muy sincrónica. Era tarde y aún no había realizado mi sesión cotidiana de meditación con el Transcomunicador Piramidal Interdimensional (TPI). Desarrollado apenas algunos meses antes, fruto de investigaciones basadas en múltiples vivencias personales y revelaciones entregadas años atrás, entre ellas significativas ceremonias y caminatas sagradas realizadas tanto en Teotihuacan como en Egipto. mismas que posteriormente me serían confirmadas a través de Jorge Berroa (tanto en persona como años después,"en espíritu").
Una creciente insistencia, mi ya familiar llamado interno, me llevó finalmente a mi modesto estudio-laboratorio-taller.
Me senté, apagué la luz y cerré los ojos. En espera de que se manifestaran las energías sutiles y maestros que trabajan con el dispositivo, en silencio realicé mi acostumbrada invocación de ayuda Superior para alcanzar el objetivo encomendado vinculado a la Paz planetaria, por medio de la red piramidal y las energías cósmicas, siguiendo las instrucciones reveladas tiempo atrás. Justo en ese momento el sonido de la llegada de un Email interrumpió mi meditación.
Solo hasta terminar el trabajo encomendado fue que me dirigí a la computadora, para encontrarme con un texto escrito por alguien totalmente desconocido para mi, hasta ese momento. El nombre de la persona que lo enviaba era Mauricio D'Aguinaco, quien me contactaba por medio del sitio mexicosagrado.
La sincronicidad de la llegada de ese mensaje y la urgencia interna de que usara el TPI encontraba una primera respuesta.
Teniendo total sentido su mensaje le respondí enviándole mis opciones de contacto por voz (teléfono y Skype) para conversar, pues energéticamente esa vía permite un intercambio más ágil, y en otros niveles.
Pasados unos días finalmente recibiría la llamada de Mauricio y lo que me revelaría demostraría que nuestro nexo común era muy profundo y su envío una confirmación, como muy frecuentemente me sucede.
Después de agradecerle por la confianza de escribirme y compartirme su proceso tan personal, le pedí que por favor me diera todos los detalles asociados a su mensaje de contacto inicial pues el tema espiritual y los mundos trascendentes, es el eje y actividad central de mi vida, desde siempre.
Jorge Berroa se hace presente en mi vida, una vez más
Mauricio inició haciendo referencia a Berroa, como en su mensaje inicial, mismo que me repitió, ahora de viva voz.
¡Jorge se me presentó y me dijo que te contactara! - afirmó -. Por mi parte yo continué escuchando en silencio, sin hacer mención del profundo nexo que tenía con el que en vida fuera músico y médium cubano y sobre quien tantas experiencias he compartido en mis escritos. Tampoco hice mención de que sabía que Berroa había dejado su cuerpo casi una década atrás (2006). Igualmente sin que él supiera de mis contactos posteriores con Jorge ni de los transcomunicadores piramidales. Era momento solo de escuchar su historia.
Conocí a Berroa cuando era yo más joven -continuó Mauricio- con quien tuve profundas conversaciones en la zona de los parques México y España (colonias Roma y Condesa), donde él vivía. Aunque reconozco que en aquel momento no estaba listo para comprender.
En silencio elogié su capacidad de reconocer que quizá muy poco había logrado comprender. Reflexión y muestra de humildad que normalmente tienen aquellos que comprenden mucho más que muchos otros que creen que comprenden todo, y muy muy poco comprenden realmente. Por algo Jorge lo enviaba.
Las palabras de Mauricio igualmente llevaron mi mente a evocar recuerdos de aquella mencionada zona de los parques México y España donde vivió Berroa durante su estancia en México. Zona que también estaba asociada a mi propia infancia así como a la de otro de los personajes con quien estaba profundamente vinculado desde hacía muchos años atrás. Jacobo Grinberg, el desaparecido investigador.
Mauricio continuó haciendo mención a un reciente y muy fuerte accidente que había tenido circulando camino a su casa, en la carretera México-Toluca.
Describiendo el evento atestiguado por quien se ve a si mismo fuera de su cuerpo y observa la escena, en este caso: El vehículo accidentado, vidrios rotos, un cuerpo ensangrentado, etc., de pronto supo que estaba "muerto", es decir, había dejado su vehículo en esta dimensión material, su cuerpo físico.
Me narró algunos otros detalles sobre sus experiencias y sensaciones, incluido el túnel de luz descrito comúnmente por aquellos que traspasan el velo de esta dimensión. Igualmente hizo referencia de haber sido llevado a un lugar y volvió a mencionar a Berroa diciendo que se le presentó y le entregó el mensaje inicial de este texto.
¡Que aún no era mi tiempo. Jorge me dio indicaciones de cómo encontrarte. Me dijo que regresara y que te contactara. Que tu me ibas a ayudar para hacer un trabajo pendiente!.
Mauricio siguió compartiéndome diferentes experiencias. Entre ellas hizo mención de unas visiones confusas que lo hacían dudar, obtenidas producto de ceremonias con plantas sagradas y chamanes e hizo nuevamente referencia a un trabajo pendiente, que tenía relación con pirámides y tubos de luz.
En ese momento supe claramente el motivo del encuentro, mismo que confirmaba nuevamente el origen pues en el 2008 yo había sido mandado llamar a través de una médium por "el espíritu" de Berroa para entregarme múltiples claves y revelaciones muy complejas y detalladas de nuestro pasado, milenios atrás, vinculado a los senderos de la luz de las grandes pirámides. Mismas que me ayudarían a recordar, al menos en parte. Ello me llevaría años después, con mucha ayuda de otros planos, al desarrollo de la tecnología de Transcomunicación Piramidal Interdimensional (TPI) en el presente. Todo hablaba de que tanto el mensaje, como el momento de la llegada del mismo, eran perfectos. Guiados desde esos mismos planos Superiores.
Una antigua profecía tibetana asociada con el despertar de México y que tiene profundas repercusiones a múltiples niveles en el espacio-tiempo (principio de fractalidad), dice:
" ... a toques del pasado el presente se oirá, más solo en el silencio su voz se escuchará ... ".
En aquella sesión Jorge me había anticipado que poco a poco me irían siendo enviadas ciertas personas y me entregó una clave que yo mantenía en secreto, para reconocerlas y saber que efectivamente venían de su parte. La llegada de Mauricio y su historia encajaba perfectamente, al menos para mi.
Por otro lado, la narración de su experiencia de viaje por esas otras dimensiones, evocaría en mi mente aquellas palabras de Berroa entregadas años atrás haciendo la reveladora referencia de “… al lugar donde te llevaron”.
Una película basada en la vida de Regina