Un maestro Olmeca

Hace ya tiempo que vengo sintiendo el llamado a cumplir con el compromiso de hacer públicos algunos párrafos, al menos, relativos a dos eventos ocurridos más de una década atrás, en los primeros años del tercer milenio, cuando dio inicio mi estrecha relación de amistad con el Lic. Antonio Velasco Piña, el testigo de Regina.
Profundo nexo derivado de un nuevo llamado por parte de la dakini, que se diera en el valle sagrado de Tepoztlán. Igualmente milagroso, como aquel primero que tuviera de parte de ella, muchos años antes.

Los siguientes textos, al igual que algunos otros que aún aguardan su momento, han estado a la espera de la llegada de las energías e indicaciones correspondientes para que ello suceda finalmente.

- El primero estaría asociado a un extraño llamado para acudir a la casa de la calle de Alumnos donde se encuentra su despacho, en la planta alta, frente al cuartito donde vivió Regina por alrededor de 6 meses en 1968, y donde de manera extraordinaria me recibiría no allí arriba donde con frecuencia conversaba con él, sino en la sala pequeña contigua a la principal donde Regina se reuniera con los generales, ubicadas ambas en la planta baja, cerca de la entrada.
En medio de una charla coloquial entre amigos, aparentemente intrascendente. Sin darme explicación alguna, me hizo entrega de los ejemplares de cada una de las ediciones que él custodiaba como propias, de su libro sobre la vida de Regina. Evento que de manera natural traería a mi mente el recuerdo de otro evento ocurrido poco tiempo atrás, asociado a la cabaña del Dr. Grinberg entregada temporalmente por su hija Estusha, donde tuve acceso a la biblioteca de Jacobo, con sus propios libros, entre ellos los escritos por él mismo. Estancia que me permitiría tener acceso igualmente a su cueva de meditación y de la que se desprendería el contacto profundo con un ser cósmico autodenominado Adaesuz, que sería vehículo para la entrega inicial de muy profundas revelaciones sobre el espacio y el tiempo y la potencial trascendencia de los mismos.
De aquella entrega ahora por parte de Antonio, que sería igualmente temporal, se derivaría también un muy milagroso contacto inicial con seres espirituales (de otras dimensiones), que se manifestarían de forma muy significativa y reiterada en mi realidad en diferentes momentos y circunstancias, incluidas por supuesto las meditaciones que realizaba cuando sentía el llamado a "el cuartito de Regina", presentándose a si mismos como parte del Comando Cósmico Código Regina (CCCR). El mismo al que "el testigo" hace discreta referencia en algunos de sus libros denominándolos como "la milicia celeste", por cuya intermediación sería revelada la codificación galáctica de la ciudad sagrada donde "los hombres se convierten en dioses", génesis de: El despertar de Teotihuacan.

La siguiente fotografía da silencioso testimonio de aquella muy significativa entrega. 

"las Reginas" de "el testigo"

- El segundo estaría asociado a otra llamada de parte de Antonio, igualmente un tanto extraordinaria, concertando una cita para cierto día temprano por la mañana en su despacho sin mayor explicación, como era costumbre entre nosotros. Sería hasta mi llegada a dicha cita que sabría que el propósito de la misma era el de realizar una caminata por entre las rutas energéticas del bosque de Chapultepec.
A aquel encuentro habían sido convocados igualmente secretos guardianes de bosques portal y de grandes pirámides, y sería justo por su intermediación que sería entregada la revelación de la codificación geo-cósmica y función de un bosque-portal ubicado en la zona del centro de México, muy cerca de la antes mencionada cabaña y de un valle sagrado custodiado por una hoy olvidada colosal esfinge guardiana de un milenario legado. Trascendentales revelaciones que vincularían profundamente nuestros destinos.
Sería igualmente en aquel sagrado bosque de Chapultepec, durante uno más de entre tantos otros incontables y sincrónicos encuentros. En medio de un llamado asociado a los guardianes custodios de la fusión mexicano-tibetana que conforma la danza Citlalmina que, por intermediación de un secreto guardián, sería entregada la clave de el desarrollo de la luz. Llave fundamental para abrir la comprensión de los secretos del tiempo.

Los anteriores relatos están centrados en la entrega, desde otras dimensiones, de muy trascendentes revelaciones y son una pequeña muestra de la enorme humildad y silenciosa sabiduría de Antonio. Un gran amigo y un gran maestro, tanto para mi como para muchos otros.
Con un muy elevado compromiso, tanto para con el avance espiritual de la humanidad en general como para con la evolución del planeta en su conjunto.

Los anteriores párrafos, quizá aun pendientes de escribirse de forma más pormenorizada algún día, guardan igualmente una profunda relación con dos significativos obsequios que Antonio me hiciera por aquellos mismos años: Un muy peculiar portal hacia el ser trascendente y dos grandes y antiguos volúmenes titulados "Egipto". Profusamente ilustrados con reproducciones de los templos y pirámides de aquellas tierras del Norte de África, en acuarela y tinta china, y que le fueron entregados por su amigo Ayocuan (Manuel), autor del libro "La mujer dormida debe dar a luz". Los cuales muy probablemente habían pertenecido a "El Coronel", según palabras del propio Antonio.

Ath-Ka-Ptah
Todo lo anterior guarda una muy profunda relación con diversos encuentros que he tenido, tanto en esta como en otras dimensiones, con quien "en esta vida" fuera el médium cubano Jorge Berroa del Río, cuya biografía se encuentra plasmada en el libro titulado "Hombres que quieren ser". Texto que, al igual que la muy detallada y trascendente biografía de la vida de Regina plasmada en el libro titulado  "Regina: 2 de Octubre no se olvida", fue escrito por "el testigo".
Aquellos muy significativos y reveladores encuentros con Jorge ocurrieron igualmente gracias a intermediaciones directas e indirectas por parte de Antonio, y hace años se encuentran narrados de forma pormenorizada en diversos relatos, entre ellos:

- Reencuentro con Jorge Berroa
Los senderos de la luz de las grandes pirámides
- Un susurro en mis sueños
- Crónica de una muerte evitada

Todos los anteriores eventos y algunos más, derivados de la muy elevada guía de Antonio así como de la milagrosa intervención de esos seres inmateriales moradores de los planos superiores de los círculos internos celestes que conforman el secreto gobierno espiritual del planeta y de los que él nos habla reiteradamente en sus libros, incluida por supuesto la muy trascendental ayuda de Regina desde esas otras dimensiones, podría decir que, para mi, encuentran su síntesis más concreta en la entrega de la tecnología revelada y denominada por ellos mismos como: Transcomunicación Piramidal Interdimensional.
Un recurso cuyo propósito último es estar al servicio de la más elevada encomienda que tiene la humanidad como conjunto, muy especialmente en estos tiempos. Propósito fundamental del legado de todos los grandes maestros, como Antonio, quienes con sus obras y ejemplos de vida nos llaman a impulsar colectivamente:


“... por primera vez en la historia todos los chakras de la tierra se están sincronizando y es posible lograr que se inicie una Etapa Sagrada a nivel mundial, una auténtica Edad de Oro para la humanidad ...”
“Espejo del Viento”; Antonio Velasco Piña

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Mi más profundo agradecimiento a 
Don Antonio
 por su amistad y elevada guía espiritual